Ser monje es vivir el camino que hizo el Señor, es subir al Calvario cada minuto, cada segundo de cada día. Es ofrecer todo lo que se vive por las almas de aquellos que no conocen el camino de salvación y que viven "gozando de una vida" que sólo los conduce a la perdición. Es sufrir con alegría y llorar con el alma contrita por los pecados propios y por los de aquellos que optaron por seguir la senda del placer y desconocen a Dios y Su Amor.

Ser monje, es vivir en total entrega, es vivir el Padre Nuestro y sentir el dolor del mundo.

Ser monje, es ayunar con la alegría de estar ofreciendo a Dios ese pequeño sacrificio por una humanidad perdida en los falsos dioses que el demonio les regala.

Ser monje, es vivir muriendo seguro que la resurrección es el gran premio, que espera a los elegidos, mirar la muerte a los ojos, porque, es nuestra amiga.

Ser monje, es vivir en el temor de Dios, es saber que somos basura pecadora y que si no nos arrepentimos a cada instante cuando llegue el fin seremos lanzados al fuego eterno.

Ser monje, es vivir para, por y con Cristo, abrazando Su Santa Cruz y seguros de que solo la negación de nosotros mismos nos llevará a la humildad y la humildad es el primer peldaño de la escalera al Reino.

Ser monje, es el mayor regalo que el Señor nos puede hacer.

A Dios sea todo honor y gloria ahora y siempre. Amén. Amén. Amén.

+Basilio, Obispo de Santiago.

Camino El Toro 7100, Curacavi, Santiago, Chile.
Creado con Webnode Cookies
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar